jueves, 27 de octubre de 2011

Ruinas

Los hombres se van, y las cosas que abandonan tejen telarañas mientras esperan su regreso. Si sobreviven, (al sol, la lluvia, el destiempo y el olvido) estas cosas quedan cubiertas de una melancólica belleza.

En las Ruinas de Trinidad del Paraná, a unos 30 km de la ciudad de Encarnación, la grandiosidad del pasado es adornada por frágiles florecillas del campo, por brotes que nacen de la roca: distracciones de la espera, esperanzas.-

tumbada en el pasto